Alma vino a mi estudio con 8 días porque sus titos quisieron hacerle un regalo muy especial. Pensaron que regalar una sesión de fotos de recién nacido era lo mejor que podían hacer para que el recuerdo de los primeros días de esta bebé se guardara para siempre.
Y eso es una de las cosas que más me gusta de mi trabajo. Que me encargo de guardar en imágenes los recuerdos de las familias. Porque estas fotos tan bonitas de Alma no son para sus padres, ni tan siquiera para sus abuelos.
Estas fotografías de newborn son para que el día de mañana cuando Alma sea mayor pueda saber cómo era ella de pequeña. Pueda ver lo bonita que era de bebé, su naricita, que tenía mucho pelo al nacer y unos pies perfectos de recién nacido. Y aunque su mamá se lo contará cuando estén a la mesa o en la cama, estas historias podrán ser acompañadas de imágenes que siempre quedarán en la familia.
Me encanta mi trabajo y me emociona pensar en estas cosas. En que Alma algún día verá estas fotos con otros ojos y los hijos de Alma también. ¿No os parece que es algo muy especial lo que nos da la fotografía?
Os dejo con el pequeño resumen de la sesión de newborn de Alma, una bebé con tan sólo 8 días y así de bonita.
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