Los niños disfrutan mucho de mis sesiones fotográficas en familia porque son ellos mismo. Poder captar a los niños tal y como son mientras juegan con sus padres y hermanos en el parque no es nada fácil. Hay que correr mucho y estar pendiente de cada momento porque los niños no se están quietos ni un segundo.

Por eso me encantan estas sesiones. No hay ningún artificio, ni ningún sonríe a cámara que estas más guapo. Son ellos en plena libertad, jugando y saltando como harían si no los mirásemos. Y eso es lo bonito de la fotografía natural, poder captarlos tal y como son.

Y aunque sabéis que yo también hago fotos en estudio, no hay nada comparable con las fotos en exterior. La luz del atardecer, un parque, bosque o playa y los niños jugando. En ese momento se capta la risa más sincera, las caras de pillo cuando corren y los abrazos entre hermanas que se te cae el corazón al suelo de puro amor.

Y si encima te toca una familia tan bonita como la que os muestro en esta ocasión. Es cuando disfrutas con ellos como si fueras una más en los juegos. Esta sesión fue tan divertida! Y estas niñas son tan bonitas y tan simpáticas que eso se capta también en cada una de las fotos.

Fue muy especial y divertido poder hacer una sesión de fotos en parque con esta preciosa familia. Me encanta el resultado y creo que estas niñas cuando sean mayores y vean estas fotos podrán verse tal y como eran. Cada una con su personalidad reflejada en cada fotos.

Os dejo con un pequeño resumen de esta sesión familiar tan bonita y divertida. Espero que os gusten las fotos tanto como yo he disfrutado haciéndolas.